13 abril, 2011

Volar en Globo, sentirse pájaro...










Ayer fue un día especial, todos los días no se vuela, y menos en globo.
Ayer nos subimos al aire y nos dejamos llevar.
La mejor compañía hizo que el amanecer subido en globo fuese algo inolvidable, y el aterrizaje, más inolvidable aún, un tanto descontrolado y con algunas señas en nuestro cuerpo que corroboran que si, que volamos.
Desde arriba, además de ver el sol dar los buenos días, vimos manadas de caballos y reses, algunos agricultores trabajando sus tierras, cigüeñas, abejarucos, alguna que otra liebre y la sombra de nuestro gigante.
Además de volar, nosotros mismos desmontamos todo el material, ayudamos a inflar el globo y aprendimos algunas maniobras para jugar con los vientos.
Aquí se cumplió el sueño de algunos, pero sobretodo de esa Ardilla aerostática que así fue como la nombraron en su bautizo aéreo.

Se despide, la libélula eólica!

4 comentarios:

  1. Qué maravilla Pablo!!
    lo vuestro es calidad de vida y lo demás es tontería! envidia de vuestras ideas tengo...
    A seguir así de bien, un besazo, Julia! ;)

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  2. Ayer pude experimentar una sensación extraña a la vez que increible! estaba volando y no era en avión! no habia ningun motor, solo el globo, el viento y nosotros....

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  3. Aquí el Pavo Real del Viento, presente!

    Me ha encantado la entrada del blog, no podías haber hecho mejor la composición de todas las fotos para reflejar todo lo que vivimos ese día. Simplemente maravilloso, relajante y fascinante, yo sentía realmente "volar" (menos al aterrizar!).

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  4. waaaauuuu!!! pero qué guay viajar en globo!!! Ignacio tiene razón, una composición mu buena de las fotos! eres un crack Pablo!

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